Te lo explicaremos de manera sencilla, el Botox, también conocido como toxina botulínica de tipo A, es una neurotoxina muy usada actualmente en tratamientos estéticos. Son cada vez más los centros estéticos que hacen uso de esta toxina, así como la demanda de personas solicitando la aplicación de la misma.
Esta toxina, más allá de ser liberada por el botulismo, una patología producto de una bacteria que produce parálisis muscular, se utiliza con fines para tratar ciertas patologías neurológicas, pero más que todo en medicina estética.
Por esta razón, se frecuenta usar la toxina en cosmética para frenar la aparición de las arrugas en la piel.
Como mencionamos, las aplicaciones del Botox hoy en día son cada vez más comunes, más allá de que el Botox se conoce únicamente para objetivos estéticos, el Botox se frecuenta usar en diferentes tratamientos médicos, primordialmente para tratar el estrabismo, las distonías, algias vertebrales, migraña, hiperhidrosis, espasmos musculares o hasta la incontinencia urinaria en parapléjicos.
En relación a la medicina estética, su aplicación más popular, se utiliza para la supresión de arrugas faciales, debido a que es el método que da más ventajas y resultados inmediatos. No se necesita cirugía o procedimiento quirúrgico para aplicarlo, se puede aplicar en cualquier ocasión, es prácticamente indoloro, sus efectos son inmediatos y muy rara vez produce resultados desfavorables.
¿Dónde se aplica el Botox en estética?
Se frecuenta usar en el entrecejo, varias partes de la frente, alrededor de la boca, a los lados de los ojos, pómulos y hasta en el cuello. Sin embargo, esta aplicación no tiene suficiente prueba científica para garantizar resultados permanentes.
Los efectos del Botox varían según la persona, por lo que, si una persona quiere tener sus efectos durante un tiempo alargado, tendrá que someterse a su aplicación en repetidas oportunidades, es decir, varias sesiones.
Una vez transcurrido este tiempo, los pacientes que deseen seguir con el tratamiento tienen que aguardar otros meses para volver a aplicarse la terapia. No obstante, los resultados no tienen que ver con Botox netamente, sino de un concentrado de vitaminas, proteínas, caviar, colágeno, antioxidantes y otros compuestos.
¿Tiene efectos adversos?
Hasta hace no mucho, las únicas características que se conocían de la toxina eran los puntos negativos que se asociaban con la patología del botulismo.
La aplicación del Botox para fines estéticos puede tener secuelas negativas si no es llevado a cabo por un profesional o de forma correcta, también presenta resultados desfavorables si la persona es alérgica a la toxina.
Los especialistas no sugieren aplicar Botox abajo del cuello, en el abdomen o partes íntimas, tampoco a personas menores de 20 años o mayores de 65, mujeres embarazadas tampoco deben aplicarse Botox, sin embargo, hay quienes no toman en consideración esto.
Estos efectos negativos no son normales, se frecuenta resolviéndose de manera natural a tres semanas posteriores a la aplicación de la toxina. El propio organismo se encarga de expulsar la toxina que considera innecesaria y dañina para el cuerpo.
Como mencionamos, todo varía según la persona. Además, es necesario que antes de empezar las sesiones con Botox, la persona se asegure de que la toxina cumple las garantías de seguridad.